“Estoy muy contenta con las clases, siempre es una nueva aventura. No sólo las clases son divertidas sino que aprendo mucho de mi misma, escucho mi cuerpo de todas esas cosas que están ahí pero no le he dado importancia o he querido que se callen. Bailando gestiono esos sentimientos y les doy salida de manera natural, transformando las emociones en aprendizaje. Mi experiencia en una palabra es enriquecedora“.
